Esta localidad se halla situada en un llano rodeada de terrenos fértiles.
En su Iglesia Parroquial, dedicada a San Miguel, destaca su portada con arco de medio punto decorado con roscas de bolas, al igual que el alfíz que lo enmarca. Un gran arco gótico sirve de divisorio entre el presbiterio y la nave. La nave está cubierta por un artesonado decorado con rosetas y vegetales, mientras que el presbiterio luce una armadura octogonal, decorada a base de motivos geométricos y mozárabes. El antepecho del coro está decorado con motivos barrocos. Su retablo mayor es neoclásico, sin nada reseñable en su imaginería. La localidad cuenta también con una ermita llamada del Cristo.
Celebra la Octava (el domingo después del Corpus) y San Miguel, el 29 de septiembre.